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Los negocios acaban a las diez, fue una pieza sobre la desproporción y la pasión, la creamos para pistas de baile y espacios nocturnos. El título nos llevaba de la mano a esos momentos de exceso que buscamos en la noche. Con el paso de los años pienso que en esta obra se colaron ecos de la violencia post 11-S que vivimos atónitos, creo que en realidad esos estado extremos del cuerpo, sobre los que se tejía la obra, estaban hablando de otros sometimientos y de otras fuerzas que andaban desatadas.

¿Qué es lo que entiendes por una buena noche?

Para mí por ejemplo, sería un sueño dedicarme toda una noche a hacer con el cuerpo tareas propias del espíritu; así en una discoteca, imposible me dirás, al cuerpo lo que es del cuerpo y a la cabeza, espíritu o como quieras llamarle lo que es le es propio; y yo te diré, pues tienes razón, es imposible, pero para mí sigue siendo un sueño.

Tú serías capaz de decirme qué te mueve a tocarme, ¿tu espíritu, es decir, tu afecto o tu cuerpo?

Estrenada en la Discoteca Coppelia (Festival Escena Contemporánea) - Bailarines: Montse Penela, María José Pire, Emilio Tomé, Felix Santana, Lola Jiménez - DJ: Boti - Dirección: Elena Córdoba - Pintura, iluminación y dirección técnica: Carlos Marquerie - Producción: Nines Martín.

Los negocios acaban a las diez se estrenó en la discoteca Coppelia-Público el 11 de febrero de 2002 dentro del Festival Escena Contemporánea.